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La amigdalitis es una inflamación de las amígdalas, que son las masas de tejido carnoso que cuelgan a ambos lados de la parte posterior de la garganta. La función de las amígdalas es ayudar en la lucha contra los gérmenes que entran en el cuerpo a través de la boca.
Los síntomas de una persona que tiene amigdalitis son: dolor de garganta y le cuesta comer, beber e incluso tragar. También puede tener fiebre, pero la forma más clara de diferenciarla de un resfrío común es la siguiente:
- Mirar las amígdalas, usando un palito de helado o una cuchara para mantener a lengua en posición baja a fin de tener una mejor visión: deben estar rojas o cubiertas con una capa de secreciones amarillas o blancas. - Ganglios linfáticos del cuello inflamados. - Voz extraña o nasal. - Mal aliento.
CUIDADOS EN LA AMIGDALITIS - Beba abundante líquido. - Coma alimentos blandos, incluyendo gelatinas. - Evite los alimentos duros, crujientes o picantes. - Utilice un vaporizador o humidificador de vapor frío en la habitación donde pase más tiempo. - Guarde reposo.
Es necesario acudir al médico cuando los síntomas antes descritos se acentúan más de lo normal, ya quela amigdalitis puede estar provocada tanto por virus como por bacterias. Es importante que descarte o bien le diagnostique una faringoamigdalitis estreptocócica, que es una infección provocada por bacterias del género estreptococo. Si tiene este tipo de infección, necesitará un tratamiento especial. Es posible que el médico le mire también dentro de la nariz y las orejas, le escuche la respiración auscultándote el pecho y busque otros signos de infección.
Si la amigdalitis está provocada por bacterias, le recetará antibióticos. Si está provocada por un virus, los antibióticos no surtirán efecto, pero su cuerpo luchará por sí solo contra la infección. A algunos niños tienen que extirparles las amígdalas, pero sólo cuando se les infectan repetidamente en el curso de un año o cuando se les inflaman tanto que les dificulta la respiración por la noche.
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