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Los hidratos de carbono son la forma biológica primaria de almacenamiento o consumo de energía; son compuestos formados en su mayor parte por carbono, hidrogeno y oxígeno, su principal función es entregar energía al organismo. Los carbohidratos, también llamados glúcidos, se pueden encontrar casi de manera exclusiva en alimentos de origen vegetal, como por ejemplo: Panes, pastas, cereales, arroz, legumbres, maíz, cebada, centeno, avena, etc. Aportan 4 kcal/gramo al igual que las proteínas y son considerados macro nutrientes energéticos al igual que las grasas. Por eso deben estar siempre presentes en nuestra diaria alimentación.
El primer concepto que tenemos que entender es la existencia de hidratos de carbono de absorción lenta y rápida (complejos y simples, respectivamente), la diferencia entre unos y otros reside en la velocidad de absorción en nuestro organismo, lo cual se conoce como el índice glucemico de los alimentos (el tiempo que se demora en elevar la glicemia), es decir, el tiempo que pasa desde que los consumimos hasta que son utilizados. Como actúan los hidratos de carbono Los valores de glucosa o glicemia en sangre deben permanecer dentro de unos límites; cuando los sobrepasamos, el páncreas secreta una hormona llamada insulina, cuya función es transportar el azúcar de la sangre a las células, para que así estas mantengan su normal funcionamiento. Si la secreción de insulina aumenta abruptamente, debido al consumo de carbohidratos de absorción rápida o elevado índice glucémico, las células reciben más glucosa de la necesaria ocasionando un exceso de energía que acaba almacenándose en el hígado en forma de glucógeno, sustancia para ser utilizada cuando los niveles de glucosa estén completos. Una vez que la reserva de glucógeno está completa, el exceso se transforma en grasa. Posteriormente, puede dar lugar a una bajada de glucosa sanguínea, como también a una repentina sensación de hambre y de fatiga, que provoca la necesidad de ingerir azúcares simples nuevamente. Por el contrario, los alimentos ricos en hidratos de carbono complejos deberían ser el 80% del total que consumimos diariamente porque su asimilación no causa estos altibajos. Esto es debido a su lenta digestión, la glucosa se absorbe lentamente, y la secreción de insulina es paulatina.
Tipos de hidratos de carbono:
Monosacáridos. son los que están formados por una molécula de azúcar, entre los cuales podemos mencionar a la glucosa; Se encuentra en las frutas o en la miel. Es el principal producto final del metabolismo de otros carbohidratos más complejos. En condiciones normales es la fuente exclusiva de energía del sistema nervioso, se almacena en el hígado y en el músculo en forma de glucógeno. También se encuentra en este grupo la fructosa que son los responsables del sabor dulce de muchos frutos, se absorben rápidamente. Se encuentra en la fruta y la miel. Es el más dulce de los azúcares. Después de ser absorbida en el intestino, pasa al hígado donde es rápidamente metabolizada a glucosa
Disacáridos. Al hidrolizarse producen dos monosacáridos. (2 moléculas de azúcar) Son la unión de dos monosacáridos. Sacarosa = glucosa + fructosa. Maltosa = glucosa + glucosa. Lactosa = glucosa + galactosa
Oligosacáridos. Al hidrolizarse se producen de tres a veinte moléculas de monosacáridos. Polisacáridos. Al hidrolizarse producen más de veinte moléculas de monosacáridos. (Miles de moléculas de azúcar), uno de estos es la celulosa que forma la pared y el sostén de los vegetales. La mayoría de los polisacáridos son el resultado de la unión de unidades de monosacáridos (principalmente glucosa). Algunos tienen más de 3.000 unidades. Son menos solubles que los azúcares simples y su digestión es más compleja. Por ejemplo: Almidón: Es la reserva energética de los vegetales, está presente en los cereales, tubérculos y legumbres. El almidón en su estado original es hidrolizado en el aparato digestivo con gran dificultad, es necesario someterlo, previamente, a la acción del calor. El calor hidroliza la cadena de almidón produciendo cadenas más pequeñas. A medida que disminuye su tamaño aumenta su solubilidad y su dulzor, siendo más fácilmente digeridas por las enzimas digestivas. Glucógeno: Es la principal reserva de carbohidratos en el organismo. Se almacena en el hígado y el músculo, en una cantidad que puede alcanzar los 300 - 400 gramos. El glucógeno del hígado se utiliza principalmente para mantener los niveles de glucosa sanguínea, mientras que el segundo es indispensable como fuente de energía para la contracción muscular durante el ejercicio, en especial cuando este es intenso y mantenido.
FUNCIONES DE HIDRATOS DE CARBONO Las principales funciones de los carbohidratos: o reserva energética. una pequeña parte se almacena en el hígado y músculos como glucógeno (normalmente no más de 0,5% del peso del individuo), el resto se transforma en grasas y se acumula en el organismo como tejido adiposo o formación de estructuras. o mantiene la actividad muscular, la temperatura corporal, la tensión arterial, el correcto funcionamiento del intestino y la actividad neuronal. Actúan también como elementos de protección. Los carbohidratos son el 55% de las calorías die las calorías diarias. o Ahorro de proteínas: Si el aporte de carbohidratos es insuficiente, se utilizarán las proteínas para fines energéticos, relegando su función plástica. o Regulación del metabolismo de las grasas: En caso de ingestión deficiente de carbohidratos, las grasas se metabolizan anormalmente acumulándose en el organismo cuerpos cetónicos, que son productos intermedios de este metabolismo provocando así problemas (cetosis). |